PUEBLOS INDÍGENAS PRESENTE EN EL ESPACIO LOS LLANOS
1. Familia Guahíbo
a) Sikuani o Guahíbo. Guahíbo (Guajibo, Guajiba, Guagivo, Uajiba, Guajiva, Guayba, Guayva), es el nombre genérico para "indígena" usado por los llaneros. Guaiba es el nombre usado por los Tunebo para designar las tribus "salvajes" de los Llanos.
a) Sikuani o Guahíbo. Guahíbo (Guajibo, Guajiba, Guagivo, Uajiba, Guajiva, Guayba, Guayva), es el nombre genérico para "indígena" usado por los llaneros. Guaiba es el nombre usado por los Tunebo para designar las tribus "salvajes" de los Llanos.
Sikuani es la auto denominación del grupo.
Comprenden una serie de grupos regionales, bandas regionales o clanes
denominados momowi. Son agrupaciones con un territorio más o menos reconocido y
caracterizadas por diferencias lingüísticas muy tenues. Existe una noción de
descendencia común de un antepasado animal cuyo nombre se antepone a la palabra
momowi para designar el grupo. Este término se traduce por la palabra
"raza" o "nieto de" y se asimila al concepto de apellido.
Comprende aproximadamente 15.000 a 20.000
individuos en Colombia y unos 5.000 en Venezuela.
b) Cuiba. Denominación que comprende una decena de
grupos originalmente nómades y ahora asentados y relativamente aislados. No se
ha estudiado la dialectología de este conjunto, así que la clasificación de sus
hablas en una sola lengua, es por ahora tentativa.
Wamone es la autodenominación y significa "nuestra gente". Los Cuiba se subdividen en una serie de bandas móviles que poseen las características siguientes:
Wamone es la autodenominación y significa "nuestra gente". Los Cuiba se subdividen en una serie de bandas móviles que poseen las características siguientes:
- Territorio propio, generalmente con un río y sus
afluentes.
- Origen mítico común. Los antepasados de cada banda habrían emergido de una fuente de agua localizada en su territorio respectivo.
- Un dialecto propio, por lo menos particularidades lingüísticas.
- Un nombre. Generalmente se designan con el nombre del jefe.
- Origen mítico común. Los antepasados de cada banda habrían emergido de una fuente de agua localizada en su territorio respectivo.
- Un dialecto propio, por lo menos particularidades lingüísticas.
- Un nombre. Generalmente se designan con el nombre del jefe.
Son unos 1.000 en Colombia y 800 en Venezuela.
c) Macaguane. Grupo del medio río y el caño
Guiloto.
Hitnu es su autodenominación. Comprende dos bandas
de 150 y 100 personas, aproximadamente, que tienen relaciones de intercambio y
se denominan una a otra, en forma despectiva, con los términos chipir-bone
(gente pequeña o gente de pene pequeño) y tsane-bone ("gente hinchada o
gente de pene hinchado"). A diferencia de los Cuiba, Sikuani es un grupo
con una tradición.
d) Guayabero. La lengua de esta etnia es la más
diferenciada de la familia y no es inteligible para los otros Guahíbo. Se
localizan a lo largo del río Guaviare, aguas abajo de San José.
Mitua es la autodeterminación de los
Guayabero y no grupo Piapoco como aparece a veces en la literatura. Otras b)
denominaciones antiguas son: Cunimía y Bisanigua.
Su población asciende a unos 500 individuos.
2. Familia Arawak
a) Piapoco (Yapaco, Cuipaco). Lengua hablada por
unas 3.000 personas en la región
comprendida entre los ríos Vichada y Guaviare. Muchos Piapoco viven entre los Sikuani, con quienes tradicionalmente hay relaciones de intercambio matrimonial.
Dejá es el nombre dado por los Sikuani y los Cuiba. Dzase es una denominación que aparece en la literatura. Enagua es el nombre con que se conoce el grupo antes del siglo XIX.
comprendida entre los ríos Vichada y Guaviare. Muchos Piapoco viven entre los Sikuani, con quienes tradicionalmente hay relaciones de intercambio matrimonial.
Dejá es el nombre dado por los Sikuani y los Cuiba. Dzase es una denominación que aparece en la literatura. Enagua es el nombre con que se conoce el grupo antes del siglo XIX.
Los Piapoco se subdividen en una serie de clanes
exogámicos cuyos nombres expresan la idea de descendencia de un pseudoancestro
animal, uno de ellos el pájaro Piapoco. A1 nombre del animal sigue el sufijo
Itaquema.
b) Achagua. Después de haber sido la población más
destacada de los Llanos, tanto por su número como por su cultura y
organización, hoy están reducidos a un grupo de 80 personas en Chavlovo- Umapo,
sobre la margen derecha del alto Meta.
Antiguamente se dividían en varias decenas de
grupos exogámicos locales nombrados generalmente con designaciones de animales,
seguidos por la palabra bene o herrenais o taquerris, equivalente al sufijo
momowi usado por los Sikuani.
3. Familia Sáliva-Piaroa
a) Sáliva (Saliba, Salliba, Salibi, Saliva). Es la
denominación actual y única de este grupo. Aunque originaria del medio Orinoco,
la población Sáliva se encuentra hoy en su mayoría en la zona del río Meta y
sus afluentes, proximidades de Orocué. Su población asciende a unos 1.300-1.400
individuos.
b) Piaroa. Designación que aparece por primera vez
en 1750 para un grupo del Sipapo. Según la tradición oral Sáliva, los Piaroa
pertenecen a su misma etnia. Woteche es la autodenominación y nombre de los
Piaroa "propios", con el que se distinguen de los grupos que se han
integrado a la etnia y que no pueden llamarse Piaroa.
Su población es de unas 3.000 a 4.000 personas,
localizadas principalmente en territorio venezolano, en la margen derecha del
Orinoco. Unos 400 individuos
viven en Colombia en la región de Manaveni.
4. Familia Chibcha
a) Tunebo. Son unos 2.500 a 3.000 individuos.
Habitan en la vertiente oriental de la Sierra Nevada del Cocuy, hacia el Llano.
Según la tradición oral, eran parientes de los Chiubche. Su lengua es
probablemente la más cercana al Muisca del altiplano. Los nombres de los grupos
Tunebo están dados por el lugar que ocupan, por las denominaciones de las
montañas, ríos, lagos, etc.
b) Betoye (Betoi, Jirara). Comprende varios
caseríos en proximidades de Tame, Arauca. Aunque conservan su identidad
indígena y unidades familiares y residenciales de tipo tradicional, no hablan
hoy en día su lengua original. El habla castellana de este grupo, por sus
peculiaridades, ha merecido estudios lingüísticos.
Las designaciones de los grupos provienen de los
nombres castellanos de jefes locales: Velasqueros, Roqueros, Borrero, etc.
Jirarre es el nombre dado por los Macaguane a este grupo.
c) Yaruro. Se localizan en Arauca Coparaparo, Cunaviche,
Apure en Venezuela. Su territorio tradicional abarca también parte de Colombia,
en la intendencia de Arauca. La población asciende a unos 1.500 habitantes.
Pumé es la autodenominación. Los grupos Yaruro se
designan de acuerdo con el territorio que ocupan tradicionalmente, generalmente
definido como un río 0 segmento de un río.
5. Familia Pamigua-Tinigua
Tinigua. Este grupo formado por unas dos familias,
en la vertiente oriental dé la Macarena, sufrió en los últimos años una fuerte
reducción por efectos de la intensa colonización y de la violencia de los años
50, durante la cual habrían sido víctimas de un genocidio.
Su filiación a la familia Sáliva ha sido
cuestionada y se ha propuesto clasificarla como grupo independiente junto con
el Pamigua, hablado el siglo pasado en el alto Yarí, pero del que no hay
referencias modernas (Ortiz y Pradilla, 1984).
Sistema de producción
a. Selva de galería
Dentro de la economía diversificada que actualmente
practica casi la totalidad de los grupos llaneros, la horticultura juega un
papel central por constituir una de las fuentes principales de la subsistencia
como actividad que determina en buena parte la forma de apropiación del
territorio.
La yuca como cultivo principal, caracteriza la
horticultura de los grupos Sikuani, Piapoco, Sáliva, Achagua, Guayabero y
recientemente de los Cuiba.
Las variedades de yuca amarga se siembran
intercaladas hasta una docena por chagra, para lograr una mayor y más larga
producción en el terreno. En áreas de bajos y en zonas húmedas se siembran los
plátanos (topocho, cambur, etc.). La piña, fríjol, batata y ñame se cultivan en
pequeñas extensiones al lado de los yucales, mientras que cerca de las casas se
siembran frutales como guama, mango, papaya, cítricos, condimentos y plantas medicinales.
Para la elaboración de la bebida alcohólica Yalaki, elaborada a partir de la
yuca amarga, se siembra una yuquera adicional.
La preparación de nuevos terrenos (actividad que se
realiza en diciembre), y algunas veces la siembra, se lleva a cabo mediante el
convite o unuma, convocado por el jefe del asentamiento.
La siembra tiene lugar en los días anteriores a las
primeras lluvias, anunciadas en el calendario ecológico por el vuelo de los
bachacos y en el calendario astronómico por la posición de las Pléyades,
Ibinai, y de Orión, Kajuyali, el dios cojo, conocido también como el sembrador.
Una segunda siembra anual tiene lugar en el mes de agosto con ocasión del
veranillo, señalado también por una constelación, el Delfín, Tsamani.
Después de unos ocho meses de sembrados los
yucales, la producción es continua, y como cada familia posee varios conucos en
distintas fases de desarrollo, las necesidades familiares se satisfacen
ampliamente.
El casabe y el mañoco se preparan e intercambian
continuamente. Este último es además un producto que se conserva largamente y
que constituye la provisión indispensable para los viajes.
La difusión de la horticultura de la yuca y el
complejo cultural que la acompaña, ha sido atribuida a los Arawak y así lo
confirman tanto los datos de la tradición oral, como las interpretaciones
arqueológicas. Los primeros grupos de hortícolas en los Llanos pertenecen a las
tradiciones Salaloide y Barrancoide, desarrolladas en el Orinoco y luego
difundidas hacia el norte y las Antillas, y se asocian con probabilidades a la
familia Arawak.
Otra tradición importante, en los Llanos, es el
cultivo del maíz, reforzada también a nivel de información arqueológica y de
tradición oral, con el mito del árbol Kaliawiri, el cual al caer da diferentes
productos según donde hayan caído las ramas, y de las astillas sale el maíz.
Los Cuiba, quienes hasta hace pocos años no
practicaban la horticultura, conocen, sin embargo, la tradición del árbol
Kaliawiri; en ella explican tanto el origen de la horticultura como la
distribución en territorios particulares, de las especies alimenticias
silvestres.
b. Airico de Macaguane
Los Hitnu, de la región selvática de Arauca,
ejemplifican un subtipo de horticultura de tumba y quema; aunque en líneas
generales, es la misma descrita anteriormente, se distingue por un orden de
importancia diferente en las plantas de cultivo, básicamente las mismas. El
plátano, del que se siembran unas ocho variedades, es el cultígeno que ocupa el
lugar fundamental; constituye la base de la alimentación y de él se prepara
también una bebida fermentada, el majule. Las especies que le siguen en
importancia son: maíz, yuca amarga y dulce, batata, algodón y tabaco.
c. Laderas y piedemonte
Entre los Tunebo, la agricultura, las migraciones y
demás momentos del ciclo anual están sistemáticamente determinados en los
calendarios astronómico y ritual.
Poseen un calendario basado en la observación del
movimiento del Sol. El año comienza en el solsticio de junio, cuando el Sol
llega al extremo norte de su recorrido, Isura. A partir de allí se cuentan los
doce meses del año. Los seis primeros se nombran así: cotárita, turusac, beguit,
ebcatum, saram y ticájira, según las posiciones de la salida del Sol y se
precisa que son isura, del norte. Los seis meses siguientes se refieren a las
mismas posiciones pero ahora en orden inverso: ticájira, saram, etc., y se
califican como wistura, provenientes del sur (Headland, 1982).
Además de este calendario de seis meses dobles, se
ha señalado entre los Tunebo una división del año en 15 meses o lunas: 1.
Ebkátima, tiempo de sembrar el maíz; 2. Tikájira, tiempo de caza y pesca; 3.
Sárama, tiempo de pesca y recolección de miel; 4. Se siembra ñame, yuca y
plátano, época de construir las casas; 5. Turusaca; 6. Mamájita, tumbas y pesca
en los grandes ríos; 7. Bijijira, tumbas secundarias; 8. Bikchina, florece el
árbol Bikchina y se realizan desyerbes y quemas; 9. Bekira, ritual de cuesco y
fabricación de ollas para chicha y trampas, comienzo del invierno; 10. Sásara,
cosecha del maíz, continúa la ceremonia del cuesco; 11. Ruktajia, los Cobaría
hacen bailes y los Aguablanca están en el ayuno de cuesco; 12. Irabachá,
Bakchitá amenaza con comerse a los Tunebo; 13. Bebara, los Cobaría hacen baile
de maíz; 14. Rasa, los baños están prohibidos, termina con un temblor de
tierra; l5. Rúnara, termina el ayuno de los Aguablanca (Márquez, 1979:59).
Los agricultores Tunebo aprovechan los diferentes
pisos climáticos para obtener una más diversa y regulada producción de
alimentos. En el piso alto (clima frío) cultivan raizón, seis variedades de
fríjol, algunas variedades de maíz, malanga, repollo, apio, berenjena y otras
verduras. En el piso bajo siembran ñame, maranta, batata, yuca de bejuco, ocho
variedades de plátano, bijao, piña, lulo, aguacate, bagala, bore, ají,
tamuruco, coca, chontaduro, oxalis, etc.
Además de las huertas, suelen sembrar en las
proximidades de las casas, algunas plantas que intentan adaptar al clima local
o plantas silvestres que buscan domesticar.
El nomadismo en el Llano no puede verse como una
cuestión de estadio en el desarrollo social, sino como un hecho significativo
de adaptación. Aun los grupos con una agricultura desarrollada, conocedores del
cielo y dueños de técnicas de control de las aguas, dependen también de los
recursos de la caza, pesca y recolección, los cuales intercambian con otros
grupos.
Para los Guahíbo horticultores, las principales
divisiones del año se fundan en el ciclo de lluvias, mientras que los Cuiba
observan el nivel de las aguas, más íntimamente relacionado con los ciclos
biológicos, e indicativo de las facilidades de movilización a través de las
sabanas.
Ambos grupos observan la postura de las diferentes
especies de tortugas y aves que van desovando a medida que se secan los
barrancos, las playas altas y las playas bajas. Durante esta época de verano,
la fauna acuática y terrestre se encuentra en los ríos mayores hacia donde
todos los grupos concurren en busca de caza y pesca. También es el tiempo de
recolectar miel de abejas y yopo.
El invierno se inicia, para los Sikuani, con las
primeras lluvias, anunciadas por el vuelo de los bachacos; comienzan las
siembras y la cosecha de frutos de palma de diversas especies. Ante la relativa
escasez de la fauna, se consumen diversos insectos como los bachacos y gusanos
de palma.
Por su lado los Cuiba están atentos a la subida de
las aguas y con ellas de los peces que remontan los caños para desovar, y a las
palmas y otros frutos y raíces que suministran, durante esta época, gran
cantidad de alimentos. Gracias a su movilidad, los Cuiba no dejan de obtener
presas grandes como chigüiros, zaínos, venados, etc., hecho que evita la ingestión
de insectos que sí utilizan los Sikuani.
Es casi incontable el número de especies botánicas
y zoológicas que utilizan los Sikuani y Cuiba para diferentes usos:
alimenticios, técnicos, medicinales, mágicos, psicotrópicos, venenos, tinturas;
o como señales de la presencia de ciertos animales o como indicadores
climáticos.
No hay que olvidar que durante los dos últimos
siglos los nómades han sido objeto de una persecución sistemática por parte de
los blancos, y aun en nuestros días, después del escándalo que causó el
asesinato de los Cuiba en la Rubiera en 1967, han seguido las matanzas de
indígenas en las zonas más aisladas como el Caño Agua Clara en Casanare.
Organización sociopolítica
En los grupos Sikuani, Cuiba, Piapoco, Yaruro,
Sáliva y Piaroa prevalece un tipo de organización familiar fundada en la
autoridad del suegro. Ilustraremos su funcionamiento con ejemplos Sikuani y
Cuiba.
Entre los Sikuani la unidad de producción y consumo
y la unidad residencial están constituidas generalmente por una pareja adulta,
los hijos e hijas jóvenes y las hijas casadas, con sus respectivas familias.
Con el crecimiento del grupo, los yernos tienden a construir viviendas
separadas.
Los Cuiba y Sikuani, con un sistema de parentesco
dravídico, clasifican a los miembros de la comunidad, y en general de la etnia,
en dos categorías fundamentales: la de consanguíneos directos como los
progenitores, hermanos e hijos, lo mismo que los tíos, hermanos del mismo sexo
que los progenitores, hermano del padre y hermana de la madre y cuyas
denominaciones se pueden traducir como "padrecito" y
"madrecita", respectivamente; los primos paralelos, hijos de los
hermanos del padre y las hermanas de la madre, se asimilan a los hermanos, y
los sobrinos y sobrinas hijos de hermanos, se asocian a los hijos propios. En
la categoría de aliados se considera a los hermanos de la madre y hermanas del
padre, quienes son a la vez suegros y suegras, pues son los progenitores de los
primos cruzados o esposos y esposas virtuales: En la generación inferior, los
hijos de la hermana para un ego masculino, y los hijos del hermano para un ego
femenino se consideran como yernos y nueras que ya efectivamente son quienes se
casan con los hijos de ego.
El matrimonio es preferencial con la prima cruzada
bilateral y en el grado más próximo posible.
También se dan los matrimonios exogámicos; es común
encontrar matrimonios entre Sikuani, Piapoco y Sáliva.
Entre los Cuiba las relaciones de parentesco
estructuran el intercambio económico y las relaciones de trabajo: distinguen
dos clases de productos de intercambio, según sean alimenticios o no; los
primeros se dividen en dos categorías: alimentos dulces y amargos, y los
segundos según pertenezcan al dominio masculino o al femenino. Tendríamos los
siguientes:
OBJETOS DE INTERCAMBIO
|
|||
Alimentos
|
No Alimentos
|
||
Dulces
MIEL
Carnes
Frutas
|
Amargos
YOPO
Tubérculos
Yuca
|
Femeninos
Ollas
Ropa
|
Masculinos
ELEMENTOS RITUALES
Instrumentos
|
La miel y el yopo se valoran tanto por sus
calidades propias como por su escasez relativa, ya que solo se obtienen durante
la estación seca, mientras que los otros productos son comunes y constituyen la
alimentación cotidiana.
Los elementos y sustancias rituales, como maracas,
collares, resinas y extractos vegetales, etc., entran dentro de la categoría no
alimenticia y son especialmente apreciados como objetos de intercambio.
Entre los Cuiba el intercambio sigue las reglas
siguientes:
Los alimentos dulces son dados por el suegro al
yerno, y por el sobrino al tío, a cambio de los alimentos amargos que se dan en
el sentido contrario. Por su parte los productos no alimenticios, se
intercambian simétricamente entre cuñados y cuñadas.
El matrimonio se negocia en el lenguaje económico
de los dones, e involucra no solamente al novio y al suegro, sino a las dos
parentelas que, a través de las reglas que hemos señalado, participan por igual
en la conformación de la alianza.
Entre hermanos y primos paralelos no existe
intercambio ya que lo que se da es una cierta comunidad de bienes. Los lazos
económicos entre hermanos y primos paralelos se manifiestan esencialmente como
cooperación en el trabajo; por el contrario, los cuñados no pueden trabajar
juntos y en general su trato mutuo es muy formalizado y es incompatible con la
camaradería del trabajo.
Otra forma de trabajo, pero esta vez no recíproco,
es el que realiza el yerno al servicio de su suegro como compensación, por
haber recibido de él, su esposa. Este "pago" en forma de trabajo, es
más o menos intenso durante los primeros años de matrimonio, pero al cabo del
tiempo la nueva pareja se independiza y los servicios en forma de trabajo se
hacen cada vez más esporádicos.
En las reglas de intercambio de alimentos se
reconoce igualmente un mecanismo de complementariedad entre productores de
carne y productores de tubérculos, como elementos simbólicamente opuestos.
Aunque según las relaciones de parentesco, una misma persona puede ser dador de
carne para unos y dador de vegetales para otros.
En la relación suegro-yerno de tipo caribe, el
suegro, a cambio de "dulce" -su hija y carne de cacería, actividad de
prestigio- se beneficia con el fruto del trabajo de su yerno en su conuco, que
produce yuca. Encontramos también aquí, un mecanismo de complementariedad
ecológica entre grupos de cazadores y grupos de horticultores.
Las terminologías de parentesco de los Piapoco y
Piaroa, son también de tipo dravídico y establecen las mismas categorías que
los Sikuani. La regla de matrimonio preferencial con la prima cruzada, aunque
idéntica, tiene una aplicación diferente debido a las reglas de residencia.
Entre los Piaroa se practica la endogamia local, ya que en un misma
asentamiento y en una misma churuata conviven las familias aliadas. Entre los
Piapoco la regla es la exogamia local, por lo que los grupos aliados viven en
asentamientos diferentes, aunque vecinos. Como vimos, los Sikuani están en una
situación intermedia, pues aunque la exogamia es deseada, por las características
demográficas de los caseríos, no es siempre posible su aplicación.
Por su parte, los Yaruro tienen una terminología
que difiere de los casos anteriores, pues no distingue en la generación de ego,
entre primos cruzados y paralelos. Sin embargo, también practican el matrimonio
preferencial con la prima cruzada que se reconoce, entonces, no por un término
particular, sino por ser hija de un hermano de la madre o de una hermana del
padre. Tanto los Yaruro como los Piaroa practican la endogamia local; ello, no
obstante los movimientos de población y los intercambios, les ha permitido
mantener una cierta unidad territorial.
Entre los Cuiba, el sistema de relaciones de
parentesco y el fortalecimiento de ciertos lazos mediante la realización de
alianzas y dones repetidos, dan origen a parentelas, que definen grupos
migratorios. En la actualidad, con la sedentarización ya generalizada, los
grupos de parientes forman "barrios" dentro de los poblados
permanentes en los que se han asentado bandas enteras.
Las bandas Cuiba están conformadas por grupos de
parentelas unidos a su vez por lazos de parentesco y por el uso tradicional de
un territorio de migración, que consiste generalmente en un río o segmento de
río, y aunque no existe la noción de propiedad territorial, se reclaman
derechos de uso. Las bandas se nombran generalmente por el río correspondiente
o por el nombre de sus líderes.
Las particularidades dialectales, rasgo esencial de
la banda, se destacan cuando se requiere marcar las distancia entre uno y otro
grupo.
Las relaciones entre bandas son más o menos tensas.
Aunque hay alianzas y un intercambio permanente, no dejan de existir conflictos
y acusaciones de brujería. También los grupos más fuertes suelen tomar mujeres
en otra banda sin que se dé la reciprocidad o la alianza simétrica
correspondiente.
Los Sikuani tienen un sistema social abierto y
elástico, ya que las parentelas no tienen límites fijos, y admiten una
adecuación permanente a las condiciones sociales cambiantes que impone la
movilidad de los grupos.
Los grupos o bandas regionales Sikuani constituyen
un sistema de clanes que reúnen las siguientes características:
- Emblema o apellido cognático
- Territorio
- Particularidades lingüísticas
- Endogamia
La endogamia es una característica más bien
ideológica, pues en la práctica para realizar alianzas, no se toma en cuenta la
pertenencia al clan, sino más bien criterios de proximidad geográfica, o
existencia de alianzas anteriores. También es teórica la consideración de que
cada clan tiene un dialecto propio; como en el caso de las bandas Cuiba, aquí
también se realzan pequeñas diferencias dialectales para manifestar una
distancia más social que lingüística.
Parece probable que el sistema de clanes
emblemáticos Sikuani, Achagua y Piapoco, sea un solo marco clasificatorio que
se aplique por encima de las diferencias étnicas; por ejemplo, el grupo de los
descendientes de la Danta, está formado por Piapoco y Sikuani, nombrados en su
lengua como ema-itaguenai y metsa momowi, respectivamente. E1 sistema de los
momowi Sikuani se aplica en efecto en las otras etnias, y así los Sáliva se
clasifican como monoji-momowi, "gente del ají", los Curripaco como
kowara-momowi, "gente del caribe", los Piapoco como Itukuekue-momowi
"gente del pájaro piapoco", etc. Los sufijos Achagua para formar los
nombres de los clanes: berrenais, veni, taquerris se conservan; veni en
Sikuani, itaquenai en Piapoco.
Hay que anotar, sin embargo, que los clanes Piapoco
y Achagua son patrilineales, mientras que entre los Sikuani la filiación es
cognática o indiferenciada.
Los Piaroa se subdividen en grupos territoriales
bien definidos llamados Itso fha. Son también unidades políticas comandadas por
un líder: el ruwang. Este tiene poder para defenderse de la brujería y de la
naturaleza en territorios extraños y por tanto puede viajar y mantener
relaciones de intercambio, a diferencia de los demás Piaroa que no suelen
viajar fuera de su territorio tribal (Kaplan, 1975: 27).
La
cestería y la cerámica adquieren hermosos diseños entre los Guahíbo. Aspecto
ritual es el consumo del yopo, alucinógeno, que macerado y dispuesto en
patenas de madera es inhalado a través de instrumentos elaborados en hueso y
cera. La maraca es también elemento ritual con la que se acompañan los cantos
chamánicos.
|
Sistema de representaciones
Para los indígenas llaneros la magia, lo
sobrenatural, lo esotérico (en general lo espiritual), no constituye una
realidad aparte de la vida social y material diaria. La enfermedad y la muerte,
la agresión y el conflicto, siempre latentes, irrumpen cuando desconociendo
alguna prohibición, se altera el equilibrio entre el numeroso conjunto de
individuos y grupos sociales, fuerzas de la naturaleza, almas, espíritus del
bosque, de las aguas y del cielo que pueblan el vasto cosmos indígena. E1
chamán que recibe el poder de los dioses fundadores, es el gran mediador entre
las distintas fuerzas de la sociedad v la naturaleza.
El cacique Tunebo tiene las funciones de jefe civil
y religioso, preside los rituales del ciclo anual, que tienen un carácter
purificador sobre los alimentos que se consumen en distintos momentos del año.
Conoce los rezos para tal fin que ha aprendido a lo largo de varios años de
estudio y entrenamiento.
Para la curación de enfermedades, los indicados son
los Kareca o "curanderos", quienes han aprendido desde pequeños los
rezos y el conocimiento necesarios.
Mientras que el futuro. Kareca Tunebo es tomado
como discípulo desde niño, tan pronto como se conocen en él aptitudes para este
cargo, entre los Guahíbo y Piapoco solo hombres adultos, y eventualmente
mujeres viejas, pueden convertirse en chamanes, a través de un entrenamiento
prolongado que incluye ayunos, abstinencia sexual, sorber repetidamente yopo y
luego de una revelación por parte de los espíritus y dioses que controlan el
universo y la enfermedad.
Entre los Hitnu (Macaguane) los chamanes se
distinguen por su capacidad de multiplicar sus espíritus auxiliares y su
clarividencia, que les permite interpretar y controlar las alucinaciones del
yopo. Los Sikuani y Piapoco, por su parte, durante su entrenamiento, al lado de
un chamán experimentado, desarrollan un órgano en la garganta, que les permite
agarrar los agentes de la enfermedad, pequeñas partículas que extraen mediante
aspiración del cuerpo del paciente.
El yopo, el tabaco, la coca, el capi, las
vinagrejas y otras plantas psicotrópicas cumplen un papel central en el ritual
y la medicina tradicional de los grupos del área. Los Tunebo son, sin duda, los
mejores conocedores de este tipo de plantas, que clasifican como "familia
de dios" o "yerbas de pensamiento".
Entre los grupos Guahíbo (Cuiba, Sikuani, Hitnu y
Guayabero), el yopo ocupa el primer lugar entre las plantas psicotrópicas. Su
consumo es de rigor en todas las ceremonias y rituales curativos, pero también
se usa en situaciones sociales, como bailes profanos, visitas, y en el
intercambio cotidiano.
Los Cuiba lo consumen a veces mezclado con tabaco y
otras plantas como la guácima que lo hace más dulce, y si hay disponible
también se mastica capi (Banisteriopsis); es muy apreciado el efecto combinado.
Para el consumo de yopo entre los Sikuani y Cuiba
la parafernalia utilizada y los elementos rituales e instrumentos de música que
le están asociados, se elaboran con especial cuidado.
En general los productos rituales como capi, yopo y
tabaco, el polvo de talismán, los colorantes y las resinas usadas en curaciones
como el peraman (Simphonia globulifera) son objeto de intercambio tanto dentro
de la comunidad como entre los diferentes grupos. Entre los Guahíbo, Sáliva y
Piapoco no solo circulan productos y artefactos sino conocimientos chamánicos.
Tampoco son sistemas de interpretación excluyentes, pues se admite la
coexistencia del sistema chamánico con la medicina occidental o cualquiera
otra.
Entre los grupos Guahíbo y Piapoco los rituales más
importantes son sin duda los del ciclo vital.
El "rezo del pescado", ceremonia de
iniciación y de bautizo, tiene una gran difusión entre los grupos de la región,
su sentido general es preparar a la joven para la vida adulta.
El Itomo, ciclo de ceremonias del segundo
enterramiento, es uno de los principales rituales de los Sikuani. Mientras que
el entierro primario es una ceremonia sencilla y solo interviene el chamán en
caso de que se necesite averiguar quién fue el culpable de la muerte.
El entierro secundario consiste en una serie de
bailes de "cacho de venado", como borrachera de yalaki en los que se
entierra alguna prenda del muerto y que son preparatorios al gran baile en el
que exhuman los huesos del difunto, se pintan con onoto y se vuelven a enterrar
en una urna de cerámica.
Los Tunebo tienen un amplio ciclo anual de rituales
a diferencia de los otros grupos de las tierras planas del Llano; entre ellos
figuran:
Suruwa. Primer ritual dentro del ciclo anual. Se
celebra en el mes de marzo. Es la ceremonia de iniciación femenina o postura de
la hoja de rascador (kókora) con que se cubre la cabeza de la muchacha durante
varios meses a partir de la primera menstruación.
Anmaya. Baile de las abejas, para que sea abundante
este recurso; se celebra el 10 de abril en casas rituales de Cobaría y Tegría.
Es muy importante para los Tunebo que reconocen más de 30 variedades de abejas.
Baukará. Ritual femenino para prevenir catástrofes;
es una época en que no trabaja, se celebra el 20 de mayo.
Bariwá. Principal ritual de purificación en el que
se sopla el cuesco (Ateniusa educalis) y da comienzo al ciclo de actividades.
A partir de la cosecha del cuesco a finales de
junio, la comunidad se somete a estricto ayuno, solo se consume este alimento
durante cuatro días después de soplado. Sucesivamente, a medida que se llevan a
cabo los rezos para cada nuevo alimento, se permite su consumo. Además se hace
una limpieza general de las casas, se renuevan las ollas, el fogón, las ropas,
etc.
Cambio cultural
A la llegada de los conquistadores europeos, las
diversas regiones de los Llanos estaban habitadas por una población numerosa
que explotaba (combinando diversas estrategias) los recursos de cada área
ecológica. Las vegas de los grandes ríos estaban ocupadas por grupos
principalmente horticultores, como los Achagua en la región del Casanare y
Vichada, los Jirara y Tunebo en la región occidental de Arauca, los Otomaco,
Sáliva y Yaruro en el bajo Apure, el Arauca y el medio Orinoco, y los Guayupe y
Sae en los Llanos del Ariari. En las regiones interfluviales, sabanas y selvas
de galería de los cursos de agua menores, nomadizaban los Sikuani y Chiricoa
que obtenían su sustento de la cacería, la recolección de vegetales y en buena
medida del intercambio con los grupos ribereños. En algunos lugares vivían
pescadores especializados, como los Adole, quienes habitaban en la región de
los raudales y las islas del Orinoco.
El comercio, en el que los nómadas jugaban un papel
esencial, estaba regulado por ceremonias de saludo; se utilizó la quiripa:
moneda de concha de caracol reconocida en toda la región y áreas vecinas. Esta
moneda facilitó el intercambio y la integración de un sistema de mercados que
comprendía los Llanos, la zona Andina, la Guayana y el norte de la Amazonia.
Entre los productos de comercio se destacaban el aceite de tortuga, pescado,
resinas, mantas, oro y curare. En tiempos hispánicos el sistema comercial
indígena desarrolló el comercio de esclavos hacia la Guayana, a cambio de
herramientas y otros productos europeos, transformando lo que originalmente era
un sistema de alianza, que le permitía a algunos grupos acrecentar su potencial
social, incorporando jóvenes de otras tribus dentro de la clase de los yernos
(peitó en Caribe) en un sistema de extracción de gentes para las plantaciones.
Este comercio, sumado a los efectos letales de las expediciones de conquista, a
la deculturación de la población concentrada en las misiones, determinó el
derrumbamiento de la vasta red exogámica y comercial que sostenía el sistema
social llanero.
En las haciendas-misiones, los jesuitas lograron
implantar la ganadería extensiva que perdura en los Llanos y alrededor de la
cual se desarrolló, en el proceso de mestizaje, una forma particular de cultura
que es hoy característica del campesino llanero. En el proceso, los grupos
ribereños desaparecieron casi completamente y los antiguos nómadas ocuparon las
áreas abandonadas, incorporando segmentos remanentes y tradiciones culturales
de los grupos horticultores.
En tiempos republicanos y especialmente desde fines
del siglo pasado, desplazados por las sucesivas guerras civiles, campesinos de
la zona Andina migraron a los Llanos incrementando la presión sobre la tierra.
Reducidos a áreas cada vez más restringidas, los indígenas han sido víctimas de
colonos y ganaderos, quienes prácticamente institucionalizaron el genocidio de
los grupos independientes.
Muchos son los sincretismos entre la tradición
indígena y la europea. El dios padre es Furná Minali, Kuwei o Nacom. Jesucristo
es Maduedani, el inventor de las armas de fuego y quien trajo a los blancos y
las mercancías. Santa Bárbara es hija del Rayo. La Virgen María es una de las
mujeres Tsakimomovi, amazonas que viven en las Antípodas y matan a los hombres
que se aventuran a llegar allí. Santa Juana es Ibarruowa, la hermana mayor de
Tsamani y Vega la estrella que la representa se ve el 24 de junio día de San
Juan. San Juan Bautista es Benajurune, personaje barbado de la selva, cuyo
cuerpo está siempre cubierto de miel.
Los ojos de Santa María son las estrellas en la
cola de Scorpio. Don Santiago es Kuemeine, la anaconda es la Vía Láctea.
Entre los Tunebo: Siria es Jehová; Kanuará el
creador de los cerros se identifica con Jesucristo y su madre Ubuwa, una
señorita vieja, es la Virgen María. Yaksowa, creador de las aguas, es el mismo
Noé. Busaná, padre de los colonos y su esposa Siujana, son Adán y Eva, hijos de
Cristóbal Colón. Sikakua es Bolívar; Busaná, Ujianá y Kaumaná los identifican
como los tres reyes magos, éstos nunca llegaron al territorio Tunebo.
En las últimas décadas el desarrollo de las
misiones y en general la expansión del Estado, ha estimulado nuevas formas de
aculturación, al tiempo que el desarrollo del movimiento indígena en el país ha
provocado el surgimiento de organizaciones indígenas locales, estableciendo un
nuevo marco para las relaciones con la sociedad mayor, así como para las
relaciones entre las diferentes etnias indígenas.
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